Cuando empezamos nuestra búsqueda de empleo nos centramos en las herramientas BAE: CV, carta de presentación, portales de empleo, entrevistas de trabajo… y, pocas veces, nos centramos en nuestro autoconocimiento.
Este proceso de autoconocimiento lo empezamos a trabajar en artículos anteriores con la autoestima y ejercicios prácticos.
¿Y todo esto qué tiene que ver con mi Búsqueda de empleo?
Te preguntarás!!!
Sigue leyendo y lo entenderás
Como orientadora laboral he tenido conversaciones con personas y me llama mucho la atención que durante las primeras entrevistas vienen con ideas muy limitantes que se traducen en poca acción para mejorar su empleabilidad o se mantienen con acciones que no le llevaban al cambio.
«Yo no valgo para estudiar»
«Yo no sirvo para trabajar de…»
«Aunque haga curso de capacitación no voy a encontrar trabajo porque no soy lo suficientemente hábil para encontrar empleo»
«Las entrevistas de trabajo se me dan fatal»
«Si no paso una entrevista es que no valgo»
«Con mi edad ya no voy a encontrar trabajo»
«Este trabajo ya estaba dado, no sé para qué postular»
Y, así, muchas frases de no merecimiento y no ser lo suficientemente bueno.
En todo proceso de búsqueda de empleo empezamos diciendo que se debe tener los objetivos claros, que debemos saber dónde queremos estar en un año o dos, pero nadie nos dice qué pensamos acerca de si nos creemos capaces de conseguirlos.
Y es ahí dónde nuestras creencias y nuestra mejora de la empleabilidad nos van a acercar o alejar de dichos objetivos.
¿Qué son las creencias?
Las creencias son las ideas que hemos recibido en nuestros primeros años de vida de nuestros padres, madres, familiares, educadores/as y que damos como verdad absoluta, pero que no siempre son ciertas y pueden impulsarnos o limitarnos, como podemos ver en estos ejemplos:
- Creencia limitante «Las personas encuentran trabajo por suerte»
- Creencia potenciadora «El éxito tiene gran dosis de trabajo personal y constancia»
Dichas creencias nos llevan a un diálogo interno, se convierten en nuestra realidad y refuerzan las acciones de nuestra búsqueda de empleo (limitadas o potenciadoras).
En el caso de las creencias limitantes no nos van a permitir desarrollar todos los recursos que nos acerquen a los objetivos, lo que llevará al abandono de la búsqueda de empleo o que se realice con limitaciones.
«Para qué, si no vamos a tener resultados exitosos»
Por tanto, es mejor quedarnos en lo conocido, en la zona de confort, aunque nos sintamos mal en esa situación.
El sentirte mal, con rabia, tristeza… no es algo negativo, al contrario, es lo que nos impulsa a salir de esta zona y entrar en un territorio desconocido donde se toma acción para trabajar las creencias limitantes para crecer personal y profesionalmente.
¿Cómo podemos cambiar las creencias limitantes?
La toma de conciencia de nuestras creencias es un paso muy importante, ya que pasamos de víctimas de nuestras circunstancias a tomar responsabilidad de nuestra vida y, por tanto, de nuestras acciones.
De pasar de una vida de supervivencia a una vida de cambios, de mejora.
PASO 1
Vamos a identificar cómo han llegado estas creencias a nuestros pensamientos:
¿Qué experiencia tuve, escuché o vi de niño/a de manera repetitiva acerca del trabajo? Las frases anteriores te pueden ayudar a identificar creencias.
PASO 2
Escribe una creencia negativa, la que más te creas (la primera que te venga a la cabeza) y que quieres eliminar.
Pon atención en todos los pensamientos tipo:
- Yo soy / yo no soy…
- Tendría que / debería…
- Siempre / nunca..
Ya, con la creencia que quieres cambiar, contesta a estas pregunta:
- ¿Qué o quién hizo creer en esta creencia? ¿Es una creencia tuya o te la hicieron creer? Mi madre, padre, educador/a, familiar…
- ¿Cuál es el beneficio secundario de esta creencia? Esa creencia cumple una función para nosotros: nos protege, evita que nos hagan daño.
- ¿Cuánto me ha costado y me cuesta creer en esta creencia? Y dentro de un año ¿cuánto me habrá costado?
- Escribe resultados externos (materiales) y resultados
interiores (emociones).
- ¿Esta creencia es la verdad absoluta?
- En este momento, reflexiona si hay excepciones en tu vida o en la de otras personas que admiras que te hagan ver que tu creencia no es una verdad absoluta.
- Si esta creencia limitante no es la verdad, ¿cuál es la creencia potenciadora que quiero integrar en mi vida?
PASO 3
¡Escoge y escribe en grande TU NUEVA CREENCIA !
- ¿Cómo puede mejorar mi vida, mi empleabilidad, incorporando esta nueva creencia? Ahhh!! ¿Y qué resultados habré obtenido? Anota resultados internos y externos.
- Ahora toca abandonar la antigua creencia por la creencia nueva elegida y tomar acción. Para ello, cada día debes realizar una acción desde tu nueva creencia y practicar mucho.
Has realizado un gran trabajo identificando tu nueva creencia potenciadora que va a mejora tu vida y tu empleabilidad, pero este trabajo puede quedar en nada si no pasas a la siguiente fase:
LA REPETICIÓN.
Llevas años pensando que tu creencia limitante es la verdad, además, actúas en piloto automático con acciones que no sacan lo mejor de ti en tu búsqueda de empleo.
Es por ello que para incorporar la nueva creencia debes repetirla hasta hacerla una realidad (como hacías sin darte cuenta con la creencia limitante con tus pensamientos recurrentes).
Y muy importante, haz cada día una acción que te acerque más a esta nueva creencia.
Toma conciencia de tus pensamientos, si vuelve la creencia limitante di en voz alta,
«Para», «Ahora creo que/en…» y realiza las nuevas acciones que te acercan a ella.
Espero que te ayude a identificar creencias limitantes y potencies aquellas que te van a llevar al cambio, a la mejora de tu vida y de tu búsqueda de empleo.
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