Esta semana estoy realizando una formación para cuidadoras de personas dependientes y buscando información me encuentro con el Blog de Bronnie Ware, enfermera de una planta de enfermos terminales. Realizo una lectura rápida de sus artículos y hay uno que me hace parar en seco 😱 “Arrepentimiento de los moribundos”.
➨ Desearía no haber trabajado tan duro.
➨ Desearía haber tenido el coraje de expresar mis sentimientos.
➨ Ojalá hubiera estado en contacto con mis amigos.
➨ Ojalá me hubiese dado permiso para ser más feliz.
- Dejaban de hacer cosas, por le el miedo al qué dirán y a lo nuevo.
- Comparaban sus vidas con la de hace algunos años y se daban cuenta que seguían igual o con pocos cambios.
- Y, siendo tan jóvenes, continuaban con frases muy del pasado “más vale malo conocido que bueno por conocer”.
EL MOMENTO PERFECTO ES AHORA
Moverte y cambiar va a provocar miedo al qué dirán, al fracaso, a realizar aquello que te cuesta trabajo, a tomar el control de tu vida, a no estar a la altura de otros compañeros,…. en definitiva, a salir de tu zona de confort.
Pues, yo diría que algo parecido, es estar cómod@ a cómo pasan los días de tu vida, con tu familia, amigos, estudios, trabajo, desempleo o, incluso, no hacer nada.
Para Javier Iriondo la ZONA DE CONFORT es “un estado mental que nos mantiene prisioneros de la misma rutina diaria y nos convierte en víctima de los mismos hábitos. En ese lugar acabamos haciendo siempre lo mismo, sin arriesgarnos a probar nada nuevo, viviendo en la seguridad de lo conocido por aburrido que pueda llegar a ser”.
Estás cómodo, pero, como yo les digo a los chic@s jóvenes, la vida pasa muy rápido y ¿sabes cuándo te das cuenta de ello? Cuando tienes una cierta edad y te preguntas
¿Soy feliz con lo que hago?
¿Soy coherente con lo que pienso, digo y hago???
Estas preguntas llegan algún día, cuando miras hacia el futuro y tu cuerpo y tu mente te dicen que, o te pones en movimiento para poner en marcha tu pasión, hacer lo que te gusta, o seguirás en modo automático y “te arrepentirás”.
Trabajar la empleabilidad y seguir en tu zona de confort son dos conceptos que se contraponen. Como formadora, no puedo hablar de habilidades, competencias, CV, marca personal, sin hacer una pregunta inicial
Pues mucho, ya que si dentro de una año te ves con el puesto de trabajo soñado, tendrás que realizar cambios en este momento, ya.
No basta con conocer cuáles son las competencias más demandadas por el mercado laboral (que hay que conocer y trabajarlas), los CV más creativos (que tendrás que elaborar), tu marca persona (que tendrás que conocer para venderte) y, así, con todos los aspectos relacionados con la empleabilidad.
Tendrás que realizar cambios y salir de tu zona de confort
Que sepas que a tod@s nos da miedo lo desconocido, lo nuevo, lo que cuesta trabajo. A la pregunta inevitable ¿y si me sale mal? dale la vuelta ¿Y si me sale bien?
Vamos con el piloto automático puesto y, sin darnos cuenta, realizamos las mismas tareas todos los días (somos animales de costumbres).
– Para ello, planifica tu día la noche antes con una actividad nueva que te lleve al cambio. Por ejemplo, busca información de Centros de Orientación que te ayuden en tu búsqueda de empleo y pide cita. Te pondrás en acción!!!!
Si quieres tomas el control de tu vida, comienza a escribir las excusas que te frenan tu cambio y te refuerzan tu momento de confort.
Por ejemplo, una de las excusas que ponen los participantes en talleres es el cuidado de: hermanos, padres, abuelos, hijos…
Toma una agenda y señala lo que vas a hacer durante el día.
– Conoce bien cuáles son tus responsabilidades, y asúmelas, conoce las responsabilidades de los demás, y delégalas.
Así sabrás qué tienes que hacer durante el día y el tiempo que real para tu búsqueda de empleo.
Es una de los hábitos que más cuesta, ya que nuestro grupo de amigos, con los que “conectamos”, hablan en la misma línea que nosotros y nos sentimos a gusto.
– Por ejemplo, infórmate y apúntate a cursos del área que te guste (comercio, logística, atención a personas…) y conocerás a personas con inquietudes, objetivos, dificultades,… como las tuyas que te podrán ayudar, motivar, acompañar.
También puedes buscar un voluntariado que te permita realizar lo que te gusta y conocer personas diferentes.
- Enfréntate al cambio, aunque te de miedo.
- Cambia tu rutina.
- Deja de poner excusas.
- Conoce gente nueva.
Foto: Pixabay